Asmodeo, eso es lo que nos hace falta, no claudicar ni siquiera anímicamente: ¡a galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar!
PS.- Lo que dice Antoñito me parece que es por «las mariscadas», jajajajaja…
Por cierto, estás caro de leer, Antoñito, a ver si te pasas más por esta no santa casa (carita con guiño).